jueves, 27 de agosto de 2009



Consideramos cultivar la energía de las potencialidades singulares, a modo de una voluntad estética, en la que la ética entra como una modalidad de estilo que se proyecta hacia una existencia que se vuelve lúdica.

Nuestro método es el gesto y nuestro sistema atomizado como el de las semillas, sembradas al voleo y liberadas al flujo de la inflorescencia.